Nuestro proceso de admisión permite que los organismos microscópicos pasen con seguridad a través de los filtros y vuelvan al océano sin cambios de presión, lo que evita alteraciones ecológicas y preserva la biodiversidad en los entornos de aguas profundas.
Nuestro sistema no sólo elimina la sal, sino también los PFAS, pesticidas, microplásticos, bacterias y virus, proporcionando agua potable ultralimpia y segura que cumple las normas de pureza más estrictas.
Una presión libre ilimitada significa que la salinidad de nuestros vertidos es baja y respetuosa con el medio ambiente. La salmuera se dispersa a través de tubos ascendentes en las corrientes de aguas profundas, lo que garantiza su rápida difusión hasta alcanzar la salinidad ambiente. El tamaño del elevador depende de las corrientes locales para una rápida difusión de la salmuera a pocos metros del punto de descarga, garantizando que no se asiente ni se vuelva a digerir en las vainas.
Se prevé que nuestra primera granja hídrica suministre el equivalente a 58 millones de galones al día o 65.000 acres-pies al año: piense en un campo de fútbol lleno hasta 30 centímetros de agua. Una gran granja de agua puede abastecer a toda una ciudad.
Nuestras rejillas de entrada de alambre de cuña son 0,5 mm, 2 veces más pequeñas que las recomendadas por la Enmienda al Plan Oceánico de California de 2019, y la velocidad de entrada es 3 veces más lenta que las recomendaciones de la EPA para evitar el arrastre y la colisión de organismos más grandes.